Hoy voy a hablaros de una de las patologías del suelo pélvico: la incontinencia urinaria, que es la pérdida del control de la vejiga. Lamentablemente, no se puede hablar de estadísticas porque a menudo se silencia y causa vergüenza, por lo que no hay porcentajes fiables, pero lo que sí sabemos es que aumenta con la edad y se da en un número relativamente alto de deportistas de impacto.

También sabemos que las probabilidades de sufrir este tipo de patologías es mayor si tienes sobrepeso, has estado sometida a tratamientos de fertilidad, padeces estreñimiento, has tenido mayor número de embarazos, has tenido un parto instrumentalizado… Pero eso son estadísticas, y como ya os digo, aquí no funcionan, puesto que no es un problema del que se hable a voces. Antes no se hablaba, directamente. Ahora se cuenta en petit comité, en grupos de amigas, en tono jocoso y sin darle mayor importancia. Pero sí la tiene, porque la realidad es…

– Que hay mujeres delgadas que padecen incontinencia
– Que hay mujeres que han tenido muchos hijos y jamás se les ha escapado una gota.
– Que un gran porcentaje de mujeres súper deportistas, que no han tenido hijos y que se cuidan un montón se hacen pis encima durante sus entrenamientos.
– Que a otras muchas, con trabajos y vida sedentarios, también les pasa.
– Que un número elevadísimo de mujeres van al baño antes de salir de casa, sólo por si acaso.
– Que esas mismas mujeres, al llegar a su lugar de destino, ya esté a diez minutos o a una hora, vuelven a ir al baño, también por si acaso.
– Que muchas dejan de ingerir líquidos porque si no, se pasan el día vaciando la vejiga y es un lujo que no se pueden permitir.
– Que otras tantas, no beben nada por la tarde/ noche porque si no, tienen que levantarse de la cama tropecientas veces.
– Que hay mujeres que cuando van a un cualquier sitio, lo primero que buscan es los aseos, para tenerlos localizados, por si acaso.
– Que muchas llevan siempre, todos los días de su vida, un salvaslip, compresa o similar, también por si acaso.
– Que cantidad de ellas dejan de hacer cosas que les gustan, como viajar, hacer excursiones con amigos, ir al cine y al teatro, sólo porque no siempre tendrán un baño disponible.

BASTA!!!

Algo que te limita tanto, que te esclaviza tanto, es un problema. Quizás al principio no lo sea, pero creedme, con el tiempo irá a peor. Las cosas raramente se solucionan por sí solas. No es normal que estornudes y se te escape el pis, aunque sea un poquitín de nada. Ni que te mees de risa, en sentido literal. Ni que salgas a correr y vuelvas chorreando, y no de sudor, precisamente. Aunque sólo sea una vez. No lo normalicéis. Irá a peor, seguro. Y la solución no es ir con una compresa puesta a todas partes. La solución es consultar con un fisioterapeuta de suelo pélvico, que hará una valoración y un análisis de tu problema, para juntas tratar de establecer un plan de acción y olvidar los salvaslips, que entre tú y yo, es una guarrería. Os enseñará, según el tipo de incontinencia, a reeducar vuestra vejiga, a trabajar la musculatura del suelo pélvico, a reprogramar vuestra faja abdominal y a combatir los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecer incontinencia. Vaciad vuestras maletas, bolsos y vidas de “por si acasos” y cuidaos un poquito más. Se puede mejorar, y a veces se trata de cambiar pequeñas cosas para conseguir avanzar. Ánimo!!